La psicología es un campo que nunca deja de sorprenderme, es completamente apasionante para todos aquellos que, como a mí, gusta estar aprendiendo continuamente. Por mi trabajo estoy muy en contacto con el equipo de psicólogos Málaga y, el otro día en una reunión matutina, estuvimos comentado la gran cantidad de fobias que existen y el gran desconocimiento que existen respecto a ellas. En este caso una de mis curiosidades era saber más sobre la ailurofobia o el miedo a los gatos.
Muchas veces somos nosotros mismos los que pensamos que es un comportamiento o un pensamiento completamente normal, o quizás en otras tantas ocasiones es la propia sociedad la que nos va guiando como corderillos hacía donde quieren focalizar la noticia. Detrás de todo esto, hay un gran entramado de intereses políticos, económicos… que no es ni mucho menos lo que vamos a entrar a debatir.
Definición de ailurofobia
Lo primero de todo, seamos sinceros. porque por su nombre técnico lo normal es que no tengas ni idea qué significa “ailurofobia”. Lo primero que puedes pensar es, ¿pero esto de que va?. Pues podemos definir la ailurofobia como una fobia bastante común y curiosa, que no es otra cosa que la fobia a tenerle miedo a los gatos. Seguro que ya te vas situando, incluso se te viene a la mente a alguien que lo sufre o quizás estés pensando todo lo contrario: ¿Miedo a los gatos? ¡Pero sí son adorables!
Pero bueno, para gustos los colores y, para fobias, por suerte cuentas por nuestra parte con un completo equipo de profesionales para ayudarte a superarla. Recuerda que si no estás en Málaga, igualmente contamos con un área de psicólogos online desde la que estamos a tu disposición para todo lo que necesites.
El miedo a los gatos que se puede llegar a padecer (es del que nos ocupamos en este artículo) es persistente, del que sale de dentro de nosotros, sin saber por qué, y que lo podemos sentir, no sólo cuando están cerca o los vemos de lejos, sino incluso viendo fotos o vídeos. Esto último puede ser muy común, ya que los gatos son muy fotografiados y hoy en día con las redes sociales e internet es muy frecuente encontrarnos muchas imágenes y vídeos de gatos.
La ailurofobia es un tipo de fobia que normalmente la gente que la padece la suele esconder, porque les suele dar vergüenza, o tienen miedo de sufrir alguna sintomatología si ven o se les cruza un gato. Añade a eso que en la actualidad el gato se está introduciendo en las casas como un gran animal de compañía, ya que dado el ritmo de vida tan acelerado que se suele llevar al ser animales más independientes se puede disfrutar de su compañía sin tener tanta dependencia de tiempo de nosotros.
El origen de la ailurofobia
Si echamos la vista atrás, el origen de la ailurofobia pueden provenir de varias cuestiones:
- Se puede dar el caso de personas que nunca se han relacionado con animales, y en este caso concreto con gatos. Luego estamos ante una raíz que proviene del miedo a lo desconocido. De personas que prefieren no acercarse a los gatos, porque al no conocer su comportamiento tienen miedo a los gatos, algunos incluso pueden llegar a despreciarlos o en casos más leves simplemente se alejan si ven uno.
- Otro caso ante el que nos podemos encontrar sería el de la antigua creencia de pensar que los gatos dan mala suerte. Pero desde aquí queremos dejar bien claro que esto no tiene ningún fundamento científico, luego no tiene ningún sentido. Pensar que un gato negro pueda traer mala suerte son simplemente historias sin fundamento. Esto hace que incluso en algunas culturas desfasadas la gente los sacrifique, algo realmente increiblemente atroz. Y aunque nos suene a la edad media, hoy en día no es sorprendente ver también como muchas personas cruzan de acera si ven que se les acerca un gato negro.
- El último origen y es el que realmente nos preocupa a nuestras psicólogas, son las personas que le tienen un auténtico terror a los gatos, aquellos que sufren de una grave ailurofobia o miedo a los gatos. Esto llega a afectarles en su vida, en su día a día, y llevan aparejados graves síntomas como ataques desmesurados de pánicos o taquicardias, que más adelante pasaremos a explicar con más detenimiento. Es el miedo irracional en el que por ejemplo un psicólogo en Málaga de nuestro gabinete trabajaría con el paciente de una forma totalmente personalizada. Es aquí cuando realmente estamos en el caso más grave del trastorno psicológico, que es el miedo irracional a estos felinos.
- También la ailurofobia puede venir dada por un trauma infantil o a alguna mala experiencia que se haya tenido con los gatos. En estos casos es el inconsciente, quien activa esta fobia a los gatos, como mecanismo de protección.
Características de la fobia del miedo a los gatos
- El miedo es extremo, no es racional y suele perdurar en el tiempo
- Este tipo de fobia pertenece al grupo de los trastornos de ansiedad
- La persona que lo padece suele sentir sudoración, muchos temblores o incluso aumentar su frecuencia cardiaca
- La ailurofobia es involuntaria
- Es un tipo de fobia animal, en el que se evitará por todos los medios tener contacto con estos animales
- Reduce la calidad de vida
- Provoca una sensación muy desagradable en la persona
“La ailurofobia es una fobia bien conocida y se puede tratar perfectamente con los psicólogos especializados en este tipo de trastornos”.
Síntomas de la ailurofobia
Cuando hablamos de los síntomas ante cualquier tipo de fobia o patología, antes de nada, tenemos que recordar que, de igual forma que no nos podemos ni debemos auto-medicar, tampoco puedes auto-diagnosticarte. Siempre debe ser un profesional de la psicología quién nos diga si padecemos o no esta fobia.
En el caso de la ailurofobia, obviamente también debe ser así. Para ello siempre se tendrá en cuenta si la persona tiene miedo o terror hacia los gatos y si ese miedo que siente es un temor fóbico. Esto también es importante de resaltar, ya que no podemos generalizar cualquier miedo a los gatos como ailurofobia.
Síntomas físicos
Si la persona presenta algunos de los siguientes síntomas físicos, es posible que pueda padecer fobia a los gatos (ojo!, puede no significa que lo padezca!):
- Sudoración
- Escalofríos
- Incremento de la tasa cardíaca
- Nauseas
- Ataques de ansiedad
- Sentirse muy nerviosos
- Dificultad al respirar
- Ataques de pánico
- Temor o terror extremos
- Mareos
- Respuesta de huida ante la presencia de los gatos
- Estar constantemente vigilando si hay algún gato
- Malestar intestinal
- Aumento de la tensión muscular
- Dilatación de la pupila
- Sentirse la boca seca
- Sensación de irrealidad
Estos síntomas suelen desaparecer en el momento que la persona se aleja de los gatos. Pero lo que aquí nos preocupa y es lo que nos da la señal de alerta, son las manifestaciones cognitivas, es decir, es que no es algo puntual, al tener ailurofobia estos síntomas se volverán a repetir una y otra vez, por lo que es fundamental acudir a un profesional de la psicología para que nos ayude.
Síntomas cognitivos
Al igual que sucede con los físicos, una persona con fobia a los gatos puede padecer los siguientes síntomas cognitivos:
- Pensamientos irracionales.
- Atribuirles a los gatos unas características siempre negativas.
- Considerarlos altamente peligrosos.
- Ser muy excesivos con nuestras sensaciones de rechazo.
- No poder controlar ese miedo hacia los gatos.
- Evitación continuada.
- Tener siempre terror excesivo.
Causas de ailurofobia
Cómo puede pasar con la mayoría de las fobias, también en la ailurofobia existen diversas causas que pueden dar lugar a ella:
- El haber tenido una mala experiencia con un gato, especialmente si se produce en edades tempranas. Esto es lo que se le conoce desde un punto de vista más técnico, como un aprendizaje asociativo que se llama condicionamiento clásico.
- Este tipo de miedos también pueden trasmitirse de modo generacional, lo que tendría un origen genético.
- Creencias falsas o supersticiones, que tendría que ver con falsas leyendas.
- El haber tenido malos sueños o pesadillas con los gatos, o haber sido educados para tenerles miedo. Sería lo que se conoce como condicionamiento vicario o informativo.
- El tener una personalidad que tiende más a ser ansiosos, puede hacernos más propensos a tener este tipo de miedo irracional al gato.
Tratamiento de la ailurofobia
A la hora de realizar o establecer el tratamiento para la ailurofobia específico para cada paciente y siempre realizado por un psicólogo especialista en esta área, se tienen en cuenta algunos de los siguientes criterios:
- Que exista el miedo fóbico hacia los gatos.
- Sentimiento de terror o ansiedad al instante.
- Querer evitar a toda cosa el contacto con el animal.
- El terror que se siente sea totalmente desproporcionado al peligro real.
- Que ese miedo a los gatos sigue persistiendo a lo largo del tiempo.
- Se observa un deterioro en la vida de la persona a todos los niveles.
- Cumplir con los requisitos que conllevan la ailurofobia.
Hoy en día, y según la mayoría de estudios, el tratamiento que mejor funciona para este tipo de fobias es el tratamiento cognitivo conductual. Ya que, al estar hablando de un temor fóbico, su índice de eficacia es bastante alto. Con este tratamiento nos centraremos en modificar lo que pensamos y como nos comportamos, para ello siempre se trabajará de primera mano con la persona, para ayudarle con una serie de herramientas a que consiga superar esta fobia. Conseguiremos de esta forma que los pensamientos sean más realistas y adaptativos, a la vez que ayudamos a la persona a sentirse más tranquilo y menos tensionado.
También nos ayudaremos de otras técnicas, como pueden ser las técnicas de relajación o las técnicas de exposición, siempre de una forma regular y supervisada bajo la presencia del psicólogo. Así lograremos lo que se llama desensibilización sistemática.
Hay casos más graves o por la particularidad de la persona, en los que se trabaja de forma conjunta con el psiquiatra para ayudar a la persona con medicamentos para sobrellevar sus respuestas fisiológicas.
Curiosidades del miedo a los gatos
Tampoco quiero finalizar este artículo de la ailurofobia sin comentar que son muchos los beneficios que los gatos nos aportan a los humanos, como la prevención de alergias en los niños, suben la autoestima, aumentan el estado de ánimo, evitan infecciones respiratorias, sirven en terapias con personas con algún tipo de discapacidad mental, ayudan a las personas con autismo, Alzheimer, síndrome de Down o TDAH.
Los gatos pueden ayudar a que en determinadas ocasiones y, dependiendo de la persona, sean un apoyo en la búsqueda de una buena salud tanto física como mental.